Horas más tarde, el cadáver de Jesús Antonio fue encontrado en un predio que pertenece al Acueducto de Bogotá, en el sector Los Tanques, y por el hombre que cuida ese lugar. Había sido devorado por unos perros de raza bull terrier, de acuerdo con una fuente judicial.

Al parecer, el cuidador del sitio, ese miércoles, soltó los animales para que caminaran por la zona. Luego de unos minutos, los caninos regresaron a su lado y tenían el hocico manchado de sangre, según la misma fuente.

“El hombre pensaba que estaban heridos y los revisó. Al darse cuenta que no tenían nada, recorre el lugar y encuentra a la víctima lesionada, mordida por los perros y sin partes de su cuerpo”, contó uno de los investigadores judiciales.

De inmediato, el caso fue expuesto a las autoridades de criminalística de Bogotá, que inspeccionaron el cadáver para tratar de determinar las causas de la muerte. Sin embargo, no fue posible establecerlas porque existen varias hipótesis, según las autoridades.

Primero, investigan si Jesús Antonio estaba ejerciendo su deporte y fue atacado por los perros de raza brava, que se lo comieron hasta matarlo; también, indagan si la víctima sufrió un accidente o lo afectó algún problema de salud que le causó el deceso, y luego los perros llegaron a morder el cadáver.

Por su parte, Rafael Aragón, primo de la víctima, aseguró en La Cariñosa que para él y su familia los hechos no son muy claros. Pero, confirmó en la emisora:

“Murió de manera instantánea porque en las fotos que me pasó la Policía está ahí muerto. Falleció en el lugar de los hechos. Esa parte [predio del hallazgo] es de una reserva del Acueducto”.

Rafael también contó que Jesús Antonio no regresó a su vivienda y por eso lo reportaron como desaparecido ante las autoridades.

“Ese día en la tarde al darnos cuenta que no llegaba empezamos a buscarlo. La última probabilidad era que le hubiera pasado algo y encontrarnos con estos sucesos”, narró en la cadena radial, donde además recordó:

“Mi primo siempre solía hacer deporte caminado hacia los cerros de Guadalupe y de Monserrate. Llevaba unos 12 años en esta rutina, que hacía una o dos veces a la semana. Siempre le decíamos que no saliera solo, pero nunca le había pasado nada, él no le prestaba atención”.

El artículo continúa abajo

Por ahora, la familia de la víctima espera que Medicina Legal revele las causas del deceso. Rafael advirtió que si se trató de un ataque de los caninos podrían “entablar las acciones legales” respectivas.

Finalmente, este portal confirmó que los perros fueron recogidos por las autoridades animalistas, que estarían analizando la posibilidad de sacrificarlos.