Ellos lo recuerdan como un hombre “alegre y guerrero”, que “jamás será olvidado”. Todos los días, el auxiliar Rubio se encomendaba a Dios para que lo protegiera en su labor, pero en la noche del miércoles fue víctima de criminales que le dispararon en la cabeza, mientras cuidaba una garita en el humedal Torca (carrera Séptima con calle 220).
Rubio Domínguez, de apenas 19 años y oriundo del municipio de Líbano (Tolima), llevaba 13 meses en la institución y se había graduado como ‘Técnico laboral por competencias en gestión social para la seguridad’, en la escuela de Policía Gabriel González (Esgon), ubicada en el Espinal, conoció Pulzo.
En el puesto de Policía del humedal Torca, donde sufrió el atentado, llevaba seis meses custodiando el sitio, en donde sentía nostalgia por estar lejos de sus familiares. Pese a eso, expresaba en sus redes sociales su satisfacción por la profesión que ejercía.
El último mensaje que dejó el uniformado en Facebook afirmaba que había partido de su hogar detrás de sus sueños.
Los compañeros de profesión de Rubio Domínguez lamentan la tragedia y la pérdida de su “curso”.
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