En la misiva, enviada por Pastrana al Directorio Conservador, y publicada por El Nuevo Siglo, también asegura que el Gobierno de Juan Manuel Santos “no tiene por qué temerle a estas alturas, tras seis años de contactos y discusiones con las Farc, a los ajustes que en nombre de la paz de Colombia el pueblo en las urnas demande”.

Reitera que la posición de rechazo que ha sostenido frente al tema se debe al que denomina “golpe de estado contra el orden constitucional y la legalidad”, y que esa situación se pretende rematar “con un plebiscito espurio”.

“El chantaje implícito en la disyuntiva de ‘paz o guerra’ anunciada por el presidente Santos, reiterado hace unos días, ha marcado el tono de su convocatoria a las urnas”, dice en otro de sus apartes la carta.

“Sin embargo, las Farc, sus socios electorales, se deslindaron del pronunciamiento manifestando que ganen o pierdan en las urnas no volverán a la guerra. Paradójicamente, la guerrilla abrió así una puerta a la paz en torno a la necesidad de afinar los acuerdos pacíficamente en la eventualidad de una victoria del ‘no’”, agrega.

Para Pastrana, la búsqueda de una paz amplia, “limando asperezas de puntos discutibles sin necesidad de recaer en el conflicto”, es fundamental.

Cree que si se da el voto mayoritario por el ‘no’ se podría producir “la refinación” de temas como la conveniencia constitucional del umbral plebiscitario del 13 %, los controles al Tribunal Especial o la adición a la Constitución de todos los puntos de los acuerdos.

“En esta hora de definiciones el gobierno debe sumarse a la sensatez de sus socios para garantizar incondicionalmente a sus compatriotas que el certamen no desembocará en una tragedia si no se cumple en las urnas la voluntad del señor presidente Santos”, sostiene.

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