Pero más allá de lucrarse con la venta de alucinógenos y los ofrecimientos de prostitución, lo que realmente preocupa es la imagen negativa que inescrupulosos le están dando a la ciudad, de acuerdo con Noticias Caracol.

“Las prostitutas vienen de otras partes, de otras ciudades, ni son de Santa Marta”, explicó un habitante de la ciudad a ese medio, resaltando que muchos de los turistas usan la ciudad “como escondite” y para cometer actos delictivos.

Por su parte, la coronel Sandra Vallejo, comandante de Policía en Santa Marta, confirmó al noticiero que los “establecimientos que vendían paquetes incluidos con prostitución y drogas se han venido controlando”, aunque reconoce que es un tema que no se cambia de un día para otro.

Como la mayoría de turistas son israelíes, australianos y franceses, que llegan a buscar trabajo o a quedarse a vivir ilegalmente, el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, dice que no importa de dónde vengan porque “si cometen actos delictivos se deportan”.

Otro de los temas que preocupa a las autoridades es el de la avalancha de venezolanos, que según el noticiero entran ilegalmente a la ciudad en busca de una oportunidad para mejorar su calidad de vida.

Pese a estos problemas, Santa Marta se las arregla para ofrecerle bienestar al residente y comodidad al visitante.

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