Terminada su última eucaristía en la ciudad de Cartagena, donde habló abiertamente de la paz de Colombia, hizo un llamado hacia un acuerdo social y cultural para vivir juntos y pidió seguir “caminando juntos cada día para ir al encuentro del otro, en busca de la armonía y de la fraternidad”, el pontífice se trasladó en helicóptero hacia el aeropuerto Rafael Núñez para emprender su vuelo de regreso a Europa.

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Allí lo esperaban comparsas de niños y el grupo de música colombiana ‘La banda de Baranoa’ que bailaron y entonaron temas insignias del folklore colombiano como ‘La Pollera Colorá’, que Francisco observó con atención.

El papa se despidió del Nuncio Apostólico, del monseñor Pablo Suescú, y luego llevado en calle de honor, junto al presidente Juan Manuel Santos y la primera dama María Clemencia Rodríguez de Santos, hacia la aeronave que lo esperaba con la tripulación colombiana que lo llevará de vuelta al Vaticano.

Antes de cruzar la puerta del avión, Francisco devolvió su vista hacia atrás y movió su mano en señal de despedida:

Ya dentro de la aeronave, el pontífice emitió este trino con un mensaje dirigido al país:

Fueron 5 días de intensa labor y poco descanso para Francisco, de los cuales resultaron diferentes reflexiones, frases, anécdotas e imágenes curiosas. Ahora vendrán los balances sobre la visita del santo padre, qué le dejó al país, y cómo aplica el pueblo colombiano sus enseñanzas.