De acuerdo con su relato del ataque, el agresor fue identificado como Dagoberto Esuncho, y está libre después de purgar solo un mes de cárcel.

La mujer, oriunda de Itsmina, Chocó, ha sido sometida a 87 cirugías y le faltaban 6 más, y para ello ha contado con las donaciones de muchas personas.

Pero dado el diagnóstico de la infección cerebral, había tomado la decisión de acabar con su vida el próximo 29 de septiembre, mediante la aplicación de una inyección letal.

La infección no solo se había convertido en un obstáculo más para la realización de las cirugías restantes, sino en un drama más para vivir.

consuelo cordoba antes del ataque
Consuelo Córdoba antes del ataque / Consuelo Córdoba antes del ataque

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La vida de la mujer es un calvario, literalmente: tiene pitillos en las fosas nasales para poder respirar y solo puede consumir alimentos líquidos mediante el uso de otra pajilla. Se cubre con una malla completa para tapar sus extensas quemaduras.

“El doctor Gustavo Quiñónez me iba a aplicar la inyección, pero ya no me la voy a hacer porque Dios va a traer mucha grandeza a mi vida. Para que yo no muera van a donar para las cirugías (6) que me hacen falta, que son varios millones de pesos”, dijo Córdoba a CNN.

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Consuelo Córdoba antes del ataque / Consuelo Córdoba antes del ataque

La mujer desistió de su decisión luego de que el papa le hiciera señas para que se acercara a la Nunciatura Apostólica y su jefe de seguridad la sacara de la multitud y la llevara frente a él.

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El papa bajó y la recibió con un abrazo. Ella dice que le contó de su intención y le pidió apoyo para hacerlo.

“Dijo que no, que no lo iba a hacer. Me dijo que yo era muy valiente y muy linda. Eso cambió mi vida. Ahora sí quiero vivir”, agregó a CNN.

Noticias Caracol había entrevistado a la mujer antes de que lograra el encuentro con el papa y le mostró la carta de autorización de la eutanasia, firmada desde el mes de marzo de este año.

La mujer incluso tenía resuelto cómo sería su sepultura.

“Le voy a decir al doctor Gustavo que muchas gracias por su inyección, pero que se la aplique a otro”, dijo la mujer a Caracol.

 

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