En su homilía, el papa se centró en hablar sobre reconciliación y dijo que “es necesario que algunos se animen a dar el primer paso en tal dirección, sin esperar que lo hagan los otros”.

Agregó que “cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz”.

“¡Basta una persona buena para que haya esperanza! ¡Y cada uno de nosotros puede ser esa persona!”

El pontífice aclaró que buscar la reconciliación “no significa desconocer o disimular las diferencias y los conflictos”, ni tampoco “legitimar las injusticias personales o estructurales” o permitir situaciones de “injusticia”, sino que se trata de “un encuentro entre hermanos dispuestos a superar la tentación del egoísmo y a renunciar a los intentos de seudojusticia; es fruto de sentimientos fuertes, nobles y generosos, que conducen a instaurar una convivencia fundada sobre el respeto de cada individuo y de los valores propios de cada sociedad civil”, dijo citando a San Juan Pablo 2.

Resaltó que la reconciliación se consolida con el aporte de todos, permite construir el futuro y hace crecer la esperanza.

Dedicó también unas palabras a Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Obispo de Arauca, y el sacerdote Pedro María Ramírez Ramos, mártir de Armero, que fueron beatificados en medio de la eucaristía. Ellos “son signo de expresión de un pueblo que quiere salir del pantano de la violencia y el rencor”, aseguró.

“Nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación; que el sí incluya también a nuestra naturaleza”.

Sobre las mujeres

Hizo una mención especial a las mujeres y quiso subrayar que “en comunidades donde todavía arrastramos estilos patriarcales y machistas es bueno anunciar que el Evangelio comienza subrayando mujeres que marcaron tendencia e hicieron historia”.

“Este pueblo de Colombia es pueblo de Dios; también aquí podemos hacer genealogías llenas de historias, muchas de amor y de luz; otras de desencuentros, agravios, también de muerte. ¡Cuántos de ustedes pueden narrar destierros y desolaciones!, ¡cuántas mujeres, desde el silencio, han perseverado solas y cuántos hombres de bien han buscado dejar de lado enconos y rencores, queriendo combinar justicia y bondad! ¿Cómo haremos para dejar que entre la luz? ¿Cuáles son los caminos de reconciliación?”.

Medio ambiente

El segundo tema que eligió para desarrollar fue el medio ambiente “el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes” recordando su encíclica ‘Laudato Si’.

En su discurso de ayer, el papa había citado a Gabriel García Márquez; este viernes lo hizo con Juanes: “Un compatriota de ustedes lo canta con belleza: ‘Los árboles están llorando, son testigos de tantos años de violencia. El mar está marrón, mezcla de sangre con la tierra’.

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Comunidades indígenas

Antes de iniciar la eucaristía en el parque Catama de Villavicencio, Francisco rompió el protocolo y permitió que algunos representantes de las comunidades indígenas de los Llanos Orientales se acercaran a él. Conversaron por algunos minutos y recibió regalos representativos de ellos.

Los pueblos de Colombia concuerdan con las teorías del papa para proteger la naturaleza y aseguraron que “el camino de la paz es la armonización y liberación de la madre tierra”.

Por eso le hicieron un llamado a Francisco para que construya un diálogo directo entre la espiritualidad de los pueblos del continente y la iglesia que él representa.

También le pidieron “construir un modelo de gobernabilidad, justicia y organización ambiental territorial, que respete la visión y conceptos de […] los pueblos indígenas”, y le pidieron una reunión en el Vaticano para avanzar en estas peticiones.

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