Por eso, le adjudica el indulgente calificativo de ‘tonto’ o ‘ingenuo’ en su columna de opinión que reproducen medios latinoamericanos, por haber creído que podría frenar la constituyente impulsada por el dictador Nicolás Maduro. Y su gestión en Cuba la califica como ‘ridícula’.

“Juan Manuel Santos es sólo el último de los presidentes latinoamericanos que han caído en la trampa de creer que los mandatarios cubanos –incluido el Comandante muerto en noviembre pasado— eran sus amigos. Raúl Castro lo escuchó e inmediatamente le ordenó a su discípulo Maduro que resistiera rodilla en tierra”, dice Montaner.

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Para Montaner, Maduro fue puesto en el poder por los cubanos y lo mantendrán en él a costa de hasta el último venezolano.

“Santos (y con él muchos mandatarios hispanoamericanos) no acaba de entender que Raúl Castro, como lo era Fidel, es un tirano comunista, serio y comprometido, que posee un claro sentido de sus lealtades”, dice Montaner.

Tal vez la confusión sobre quién es Raúl Castro viene del papel de facilitador que jugó en las negociaciones de paz con las Farc, pero sobre eso también tiene una lectura diferente.

“Raúl no sirvió de puente para salvar de la violencia a los colombianos, algo que probablemente lo complace, sino para rescatar a las FARC en su peor momento, tras las muertes sucesivas de Raúl Reyes, “Mono Jojoy” y Alfonso Cano”, dice.

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