Así lo planteó Alcira Tapia, gerente del Centro de Gerenciamiento de Residuos (CGR), que dijo a El Espectador que es vital para la ciudad que se modernice la planta de tratamiento de lixiviados.

Esa modernización costaría a los bogotanos unos 40.000 millones de pesos que se pagarían a través de la factura del servicio de aseo. En la actualidad los operadores reciben entre un 15 % y un 20 % del valor de ese servicio, señaló la directiva.

“La idea es presentar la modificación de la planta a la Comisión de Regulación de Agua (CRA), por si toca hacer algún incremento tarifario”, señaló Tapia al diario, pero en seguida aclaró que los operadores del relleno sanitario se han demorado en pedir una actualización tarifaria.

De hecho, advirtió la gerente del relleno, en Medellín y Cali el valor de las tarifas de aseo son incluso el doble de lo que pagan los bogotanos.

“En Medellín, por ejemplo, pagan casi $32.000, y en Cali, $20.000” por cada tonelada que ingresa a los rellenos, pero en la capital esa suma es de $15.000 por tonelada de disposición final”, precisó la gerente de la unión temporal en la que participan las firmas Estre (Brasil), Genivar Ltd. Partnership (Canadá), el Grupo Roca y USA Global Market (Colombia).

Además, los actuales operadores del relleno no creen que sea necesario buscar nuevos puntos que sirvan para el depósito controlado de basuras, como lo recomendó un estudio de la Universidad Nacional, sino que el relleno sanitario de Doña Juana puede extender su vida útil por más tiempo como lo sugirió la Uaesp en 2011, añadió El Espectador.

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