Después de cuatro años de negociaciones en La Habana no hay un acuerdo concreto, afirma Abelardo de la Espriella en su columna de El Heraldo. Sin embargo, el abogado rescata dos hechos positivos: el desarme total y la destrucción del armamento de las Farc, con un tiempo definido. En cuanto a lo negativo, este grupo guerrillero será procesado por una jurisdicción especial, de la que no se sabe nada y además “el plebiscito será votado por la ciudadanía, con las Farc en armas, hecho que sería de una extrema gravedad, por las consecuencias que ello implica”. Por último destaca el esfuerzo descomunal hecho por el presidente Santos para llevar el proceso de paz a feliz puerto.

Lástima que la paz no se haya hecho ente el Gobierno y el Uribismo

Una democracia que quiera seguir siéndolo debe cobijar a todo el mundo y estar abierta tanto al consenso, como al disenso, explica Gustavo Gómez en su columna de El País. Pero lo que preocupa, continúa, es que no haber consolidado la paz de este lado de la ley antes de firmarla con la guerrilla tendrá la consecuencia que muchos votarán por el no en el plebiscito como una manera de demostrar el descontento por el actual Gobierno, afirmó. “No hay acuerdo perfecto, pero mientras medio país vea esas imperfecciones como un hoyo en el casco de la democracia, la navegación será azarosa”, además se pregunta ¿Qué va a pasar con el ELN?

Tarea urgente: explicarle a la gente para qué es la paz

En el sector rural hay más claridad y más activismo en pro y en contra del acuerdo, mientras que en las cabeceras predomina la ignorancia, subraya Rudolf Hommes en su columna de El Universal. Por eso parte del problema, ante un posible plebiscito, es no tener una idea clara de lo que el gobierno o las Farc planean. “Este gigantesco vacío de información es una enorme oportunidad para que las mismas comunidades definan que es la paz en el territorio, el municipio, o la vereda en el medio rural, y la localidad o barrio en el urbano”. Esta es la oportunidad para crear y comunicar los escenarios de paz que más se ajusten a sus aspiraciones, concluyó.

Lanzamiento del grupo: La paz es querida

Rodrigo Uprimny, columnista de El Espectador, explica cuatro razones por las cuales él hace parte de esta agrupación: 1. Porque mientras haya conflicto armado el país tendrá una situación catastrófica y una democracia muy precaria. 2. Porque si no se logra una paz negociada, la alternativa sería entonces una larga y cada vez más degradada guerra.  3. Porque este proceso, a pesar de ciertos defectos, ha sido serio y democrático. 4. Porque el acuerdo que será alcanzado, según lo que ya se conoce, no sólo beneficia a los guerrilleros, sino que sobre todo es globalmente bueno para la sociedad colombiana.

Lo bueno, lo malo y lo feo de lo que sucedió en La Habana

La columnista de El Tiempo, María Isabel Rueda, hizo el siguiente análisis con lo sucedido. Bueno: por primera vez las Farc expresaron con inequívoca claridad que están comprometidos con un proceso de desmovilización de carácter irreversible. Lo malo: “a la firma, esa sí, de esa paz, se la ha bautizado el ‘día D’. Sugiero un cambio de nombre. En la Segunda Guerra Mundial fue el día en que los aliados se tomaron a Normandía. No podemos terminar siendo los alemanes de esta historia”. En cuanto a lo feo, no se trata del último día de la guerra, porque las Farc siguen armadas y dispersas por el territorio. Agrega que este grupo armado ha prometido que harán política sin armas, ¿Pero harán política con el dinero ilegalmente obtenido con las ramas? Porque de esto nada se habló, finalizó Rueda.

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