Para el Gobierno, no es bueno que la Corte comience a juzgar una ley sin antes permitir que en la mesa de diálogo se concrete un acuerdo con la guerrilla de las Farc.

El comisionado de paz del Gobierno, Sergio Jaramillo, consideró que hay precipitud en la Corte para invitar a la guerrilla a exponer sus puntos de vista y eso es inconveniente para la negociación, según Blu Radio.

Estamos dispuestos a discutir medidas, pero en La Habana. Por favor, déjennos trabajar en La Habana, este no es el momento de traer ese debate a Colombia y mucho menos a la Corte, ellos tienen otros temas para tratar, como por ejemplo el plebiscito”,

dijo De la Calle en el Congreso.

La misma postura expuso el jefe del equipo negociador, Humberto de la Calle.

Es prematuro obligar a la Rama Judicial a pronunciarse sobre algo que tendrá efectos en un acuerdo futuro que aún no existe. Tomar anticipadamente decisiones que afecten a un acuerdo que no ha concluido me parece que es un error”,

dijo el funcionario, según agrega por su parte W Radio.

De la Calle también dijo que “no se hará una Constitución en la sombra” en La Habana, sede de los diálogos de paz.

Creemos que el Congreso y la Corte Constitucional son instituciones claves para alcanzar la deseada seguridad jurídica. La Mesa de La Habana no tiene el poder de reformar por sí misma la Constitución”,

dijo De la Calle en un foro de la Universidad Externado de Colombia, según recoge un comunicado de su despacho.

En este sentido, el funcionario afirmó que son conscientes de que “van a ser necesarias reformas constitucionales y el compromiso del Gobierno es promoverlas y convocar a los órganos competentes para lograrlo”.

En referencia a la demanda que estudia la Corte Constitucional y que busca darle carácter de tratado internacional a los acuerdos de paz, dijo que es prematuro obligar a la rama judicial a pronunciarse sobre el tema puesto que aún han concluido los diálogos. 

Por ello, recordó la premisa del presidente Juan Manuel Santos de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”. 

Para satisfacer el interés de la gran mayoría de los colombianos, el acuerdo debe contener garantías para las Farc, para la ciudadanía, para la sociedad, por eso debe hacerse la evaluación completa de lo que se acuerde. Por eso no puede despedazarse lo acordado”,

agregó.

De la Calle también afirmó que no se puede eliminar la “refrendación popular” de los acuerdos y agregó que “ninguna de las fórmulas que está siendo estudiada puede conducir a que se elimine el pronunciamiento del cuerpo ciudadano”.

Con EFE.

 

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