El menor de nueve años había comprado el líquido en una tienda cerca de su casa en el barrio Once de Noviembre, de acuerdo con lo manifestado por los padres a Noticias Caracol. El pequeño se dirigió a su escuela y al ingerir lo que había en la botella se percató de que su sabor era muy fuerte y que la boca, así como la garganta, le quemaban.

Los docentes del plantel llamaron a sus padres y, posteriormente, fue llevado a una clínica de Barranquilla.

Donaldo Padilla, propietario de la tienda donde fue adquirido el líquido, aseguró a ese medio que desconoce cómo llegó el disolvente a la botella. Además, sugirió la hipótesis de que en el colegio le pudieron haber cambiado aquel envase.

Las autoridades ya iniciaron una investigación para esclarecer lo ocurrido.

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