Lo que cuenta Carmen Cecilia Beltrán sobre esa amarga experiencia, del pasado 25 de noviembre, es que cuando una cadete la vio entrando a la fiesta junto al niño de 12 años inmediatamente se le acercó para decirle que “las nanas no podían entrar ni acompañar a los niños porque estaba prohibido”, informa El Heraldo.

“Me sentí muy mal (…) Yo, de forma decente, le contesté que no podía irme porque ese niño estaba bajo mi cuidado. Eso fue a las 5:00 de la tarde y tenía poco tiempo de haber entrado”, explicó la mujer a ese medio.

Si bien la empleada doméstica dice que no acató la advertencia y decidió quedarse en el sitio, cuenta que la madre del cumpleañero la invitó a que se sentara e hiciera parte del evento.

“Inclusive, sin ninguna clase de problemas, hablamos un rato, aproximadamente hasta las 7:30 de la noche. Todos fueron muy amables conmigo”, manifestó Beltrán al medio regional.

Pero el momento de esparcimiento para la nana se terminó cuando la mamá del niño que cuida la llamó para darle una mala noticia:

Mi patrona me llamó, bastante triste y con pena, para decirme que la había llamado la mamá del niño que cumplía, porque en el club le habían dicho que yo no podía estar ahí. Me sentí muy mal, al punto que me puse a llorar, y me salí para esperar que mi patrona pasara a buscarme en el carro”.

Beltrán dice que cuando su jefa llegó, las dos lloraron porque se sentían indignadas por el trato que le dieron en el club de esparcimiento, que es frecuentado por las élites de las Fuerzas Armadas.

Por eso, indica el medio, la mujer se asesoró del abogado Kriss Urueta e interpuso una tutela contra el Club, pues según el jurista se le habrían vulnerado derechos como la igualdad y a no ser discriminada.

Por el momento, un vocero del Club Naval respondió a esa casa editorial que se espera que el juzgado emita una decisión para dar un pronunciamiento oficial.

El caso fue denunciado el fin de semana por la columnista de El Heraldo Claudia Ayola, advirtiendo que el Club Naval “tiene normas absurdas que atentan contra el derecho Constitucional a la igualdad”, y que por ser negra y empleada doméstica no deben humillar así a una mujer.

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