Algunos de ellos, como el capitán Antonio Rozo Valbuena, fueron condenados por matar civiles y hacerlos pasar por combatientes al margen de la ley muertos en combate.

La esperanza de estos uniformados, explica El Espectador, era que el Tribunal Especial para la Paz, acordado con las Farc en La Habana, les permitiera acceder a una revisión de sus casos.

“El castigo, si se aceptaba la revisión del proceso en caso de que ya hubiera fallo, era privación de la libertad por hasta 8 años si se admitían responsabilidades y se contaba la verdad, un tiempo mucho menor que el impuesto por la justicia ordinaria: hasta 60 años de prisión”, precisa el diario.

Por eso, además, le enviarán una carta a los líderes del ‘no’ para que aceleren sus negociaciones con el Gobierno pues temen quedarse en la cárcel por 15 años o más, aseguró Darcy Quinn, en su sección de secretos de Caracol Radio.

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