Medellín cuestionó que, por cuenta de las improvisaciones con la Justicia Especial para la Paz, queden en libertad guerrilleros que podrían estar involucrados en delitos de gravísimos y que no estará relacionados con el conflicto, como podría ser justamente el ataque contra el Club El Nogal, en febrero de 2003.

Para Medellín, la justicia ha venido adelantando una investigación muy juiciosa, con condenas a los responsables, y ahora todo ese trabajo podría reducirse con la actuación de la JEP, según dijo en una entrevista con la F.m.

Precisó Medellín que por ese atentado, los jefes de las Farc ‘Timoleón Jiménez’ e ‘Iván Márquez’ fueron condenados, en su condición de jefes de la organización, y que sus responsabilidades podrán quedar diluidas cuando la JEP intervenga.

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La mayor preocupación de Medellín es que con la JEP se califique el atentado como un crimen de guerra y no como un ataque indiscriminado contra civiles, lo que es considerado como un crimen de lesa humanidad, que no puede ser objeto de indultos.

Por este caso, uno de los autores materiales, el guerrillero Herminsul Arellán quedó en libertad mientras la JEP resuelve su situación legal al acogerse a los beneficios de los acuerdos de paz.

Según Medellín, el descontento de las víctimas de El Nogal comenzó con la designación de alias ‘El Paisa’ como negociador en La Habana. Posteriormente vienen las liberaciones de los hermano Arellán, uno de ellos condenado a 40 años de cárcel, según una entrevista en El Tiempo.

“Creo que el juez de ejecución de penas actuó de manera apresurada. Para tomar una decisión de esta naturaleza, debía considerar todos los elementos judiciales. Los fallos de constitucionalidad que se estaban discutiendo por esos días en la Corte, el grado de avance del montaje de la JEP y el riesgo de que una persona con estos antecedentes judiciales terminara beneficiándose con la libertad, por aplicación de esa norma… No valoró adecuadamente los hechos, y Arellán está en libertad… Actuó muy presionado”.

agregó Medellín.

Su preocupación ahora es que el argumento de las Farc es que el club sea ahora considerado como un objetivo legítimo de la guerra, por lo que se podría conceder el indulto.

“El riesgo es que para justificar el ataque, las Farc digan que era un lugar donde se reunían paramilitares o era visitado por funcionarios del gobierno. Tratarán de demostrar que, más que un club social, era un teatro de operaciones en el que permanecían los enemigos de las Farc, de manera que el ataque no fue un delito de lesa humanidad (que no es amnistiable), más bien tuvo el carácter de crimen de guerra (que sí es amnistiable)”.

explicó el analista.

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