La perra tuvo crías hace unas semanas, y a su camada de cachorros se sumó el mico, de quien también se hizo cargo y quien, con el paso de  los días, se convirtió en el único de sus hijos que no se quiso apartar de ella, reseña Semana.

Las autoridades locales explicaron que el mico pudo llegar a las calles de la ‘Heroica’ después de que personas, ilegalmente, lo sacaron de su hábitat para luego abandonarlo en uno de los barrios de la ciudad, donde finalmente halló a su madre adoptiva.

Un ciudadano le informó a la policía sobre el insólito caso. Al llegar al lugar, ninguno de los oficiales logró separar con éxito a los dos animales, que reaccionaban agresivamente cada vez que lo intentaban. El mico siempre trataba de volver al lomo de su madre.

El artículo continúa abajo

Enrique Zerda, etólogo de la Universidad Nacional, explicó que entre el mono y la perra ya hay un vínculo irrompible, ya que el animal forma el reconocimiento de quién es su madre y cuál es su especie, en un mecanismo de aprendizaje regulado que no se puede revertir, cita Caracol Radio.

El experto agregó que en caso de que el mico y la perra sean separados, ocurriría algo similar a lo que pasa con los seres humanos que son abandonados. Por eso aseguró que en caso de que tal separación ocurriera, lo más posible es que el mico capuchino no sobreviva.

Por ahora, las autoridades buscan un refugio para ubicar a la perra y a su hijo adoptivo, que tiene un valor ecológico de 4’500.000 pesos.