Se trata de una mezcla de cocaína con Levamisol, un desparasitante para ganado que se consigue fácilmente en el mercado.

Inhalado, el medicamento veterinario “lleva a la inflamación de la pequeña circulación y produce necrosis. Es decir, muerte de sitios de circulación terminal”, explicó Ubier Eduardo Gómez, médico toxicólogo del Hospital San Vicente Fundación, a Noticias Caracol, y añadió:

Hay personas que han perdido las orejas, la nariz. Han desfigurado su rostro, han tenido necesidad de injertos supremamente extensos. Incluso, tuvimos el caso de un paciente que perdió el pene por necrosis”.

El Levasimol tiene un aspecto blanquesino y, por eso, varios traficantes de Medellín aprovechan para revolverlo con cocaína: “Los microtraficantes, sin saberlo, están entregando al consumidor un veneno”, añadió Gómez.

Durante los últimos meses, el hospital donde trabaja este experto ha atendido a 20 personas que han inhalado la mezcla, cita el noticiero.

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