Allí se aloja el presidente Santos galardonado con el premio Nobel de la paz 2016.
Según una tradición habitual en honor de los Nobel de la paz, los ciudadanos de la capital noruega acudieron en masa a la céntrica plaza Karl Johann, frente al Grand Hotel, en la llamada “procesión de las antorchas” que organiza el Comité Nobel.
Bajo un frío menos polar de lo esperado para un mes de diciembre -muy pocos grados por encima de cero-, esperaron a que exactamente a las 19H00 horas compareciera el galardonado en el balcón principal del lujoso hotel, adornado con centenares de lucecitas navideñas.
Y a esa hora exacta, ya en plena noche, salió Santos vestido de smoking –el Comité le ofrece una cena de gala en el mismo lugar–, desafiando el frío, y saludando a los ciudadanos noruegos, que lo ovacionaron, congregados en la amplia plaza que alberga un mercadillo navideño y una pista de hielo.
La cita, sin declaraciones de ningún tipo, duró apenas cinco minutos, pero “fue tan lindo ver ese homenaje a nuestro presidente”, comentó Albalucía, una turista bogotana “un poco perdida en el norte extremo de Europa”.
Apenas horas antes, Santos recibió en Oslo el Nobel de la paz por sus “esfuerzos resueltos y valientes” para impulsar en negociaciones con las guerrillas de las Farc el fin del sangriento conflicto que asola a su país desde hace más de medio siglo.
Con AFP
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