Estas denuncias no son las únicas que se conocen sobre el tráfico de monos nocturnos o ‘musmuquis’ como se les conoce en la región amazónica, reseñó el programa.

La revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales ya había dado parte de la situación en junio de 2011, señalando a la investigación biomédica de la malaria como la causa del tráfico de esta especie de primates, que ha sido calificada como un grupo vulnerable.

Pero la investigación del periodista Federico Benítez, de los Informantes, no solo respalda las afirmaciones de la comunidad científica en relación al presunto atentado contra esta especie y el hábitat que la protege.

También evidenció que, a pesar de que la autorización para cazarlos ya no tiene vigencia, los indígenas los siguen capturando para venderlos a la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, que dirige Manuel Elkin Patarroyo, por 100.000 pesos cada uno.

“En una semana podemos capturar de 10 a 12 micos (…) escogemos los más grandes, los que son los tamaños más adecuados para vender (…) la función de nosotros es capturar los animales y llevarlos a vender”, dijo a Los Informantes Gulfan Rodríguez, un indígena ticuna.

Y además el indígena confirmó que las faenas de cacería se extienden hasta la selva peruana hasta donde no llegan las prohibiciones de Corpoamazonía para cazar y devastar el entorno natural.

“La extracción de estas especies está afectando no solamente las poblaciones silvestres de los monos, sino los ecosistemas porque existe una tala para la extracción de estos animales”, añadió la especialista Ángela Maldonado.

Los efectos negativos sobre el ecosistema son irreversibles y se estima que, de continuar con esta práctica indiscriminada, es unos 20 años el mono nocturno o ‘musmuqui’ desaparecerá, señaló La Mula de Perú.

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En ese país esta especie de monos silvestres está en peligro debido a la deforestación y en Colombia se cree que la población se ha reducido a 4 ejemplares por kilómetro cuadrado, aunque Corpoamazonía asegura que la cifra es de más de 40, según un comunicado de 18 páginas que citó el programa periodístico.

Los defensores de los monos nocturnos le han pedido al laboratorio biomédico que detenga la compra ilegal de monos e invierta en un criadero. Pero resulta que sale más barato comprar los monos a los indígenas que criarlos porque entonces cada animal empezaría a costar entre 1.000 y 1.200 dólares, aseguró Ángela Maldonado a Los Informantes.

Cabe señalar que el programa no obtuvo la versión de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, ni tampoco la del científico Manuel Elkin Patarroyo, para confrontar las graves acusaciones que se formularon en su contra.

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