La siguiente breve relación de hechos no pretende revictimizarlos, sino poner de presente una conducta de los adultos que se suma a otras y que generan más violencias.

Las formas de agresión son variadas, y aunque predomina la física, hay otras que muestran que los niños también padecen los rigores de embestidas sicológicas, que los marcan tanto, o más, que las físicas. Algunos de ellos sucumbieron.

Estas son solo algunas páginas del libro del horror contra la infancia en Colombia, que está lleno de muchas pesadillas más que no alcanzan el registro de los medios, y que el país debe luchar por cerrar para siempre.

  • En Ocaña (Norte de Santander) se descubrió el presunto abuso al que un adulto mayor sometía a su nieta, porque ella escribía todo lo que le pasaba en su diario. Gracias a esas anotaciones, la mamá de la menor (a su vez, hija del abuelo abusador) se dio cuenta de la situación y lo denunció. El abuso del abuelo contra la nieta ocurría desde que ella tenía tres años y la estuvo tocando de forma inapropiada entre 2009 y 2014.
  • En Bucaramanga, en un jardín infantil, una de las responsables de atender a los menores los obligaba a comer. La víctima, de acuerdo con un video conocido por Pulzo, es una niña a la que la adulta le pone una mano sobre la cabeza, la lleva hacia atrás y la obliga a tomar el contenido de la cuchara. La niña no para de llorar por el evidente maltrato. Incluso corre el riesgo de ahogarse, pues su garganta no está en la postura correcta para pasar la comida.

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  • En Popayán, otra menor de 10 años fue objeto de castigo en la Institución Educativa Normal Superior, por negarse a participar en una novena. La mamá se enteró cuando llegó al colegio a recogerla, y la coordinadora le informó que la menor no quiso asistir a las novenas de fin de año con sus compañeros de cuarto grado, y por eso la profesora tomó la decisión de castigarla. Además, le advirtió que, si no iba a asistir a los eventos, mejor la retirara del plantel.
  • En Bosa, sur de Bogotá, se conoció el aberrante asesinato de Dylan Fabián Moreno Muñoz, un niño de 8 años, atacado junto a su padre. Cuando salió del colegio, el menor fue recogido por su papá, Fabián Mauricio Moreno, y su madre. Las autoridades confirmaron que el crimen está relacionado con un ajuste de cuentas en el mundillo del microtráfico. Moreno había salido de la cárcel a finales de julio, tenía antecedentes judiciales y una orden de captura vigente por el delito de homicidio.
Foto del sicario. Barrio Jardín de Bosa, sitio donde ocurrió el crimen
Foto del sicario. Barrio Jardín de Bosa, sitio donde ocurrió el crimen. / Captura de pantalla Noticias Caracol
  • En Ciudad Bolívar, sur de Bogotá, otra víctima de los adultos fue un bebé de casi 2 años, herido con bisturí en sus genitales. El principal sospechoso de esta agresión es el novio de la madre del menor, a cuyo cuidado la mujer dejó al infante. El hombre habría tenido esa violenta reacción por el llanto del pequeño. El sujeto lo llevó al jardín y luego salió corriendo. Una profesora notó las lesiones que sufrió y lo llevó al Hospital Meissen. Los médicos intentaron salvarle sus genitales, pero tuvieron que amputárselos.
  • En el barrio Pizamos, de Cali, una mujer encontró como la mejor forma de reprender a una niña de 5 años que cuidaba exponerla a los rayos del sol porque, según la adulta, se había portado mal. Así la puso a hacer las tareas, y el sol le quemó a la niña rostro, brazos y espalda. La pequeña fue llevada a una comisaría de familia, pero la funcionaria que conoció el caso dijo que no había méritos para iniciar un proceso e imputarle cargos a la mujer.
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  • En Medellín, la niña Luciana Cardona, de 4 años, murió luego de ser golpeada y, al parecer, abusada sexualmente por su padre. La menor permanecía en estado de coma en el Hospital General de esa ciudad, a donde había sido remitida de Girardota, en donde recibió la primera atención por graves lesiones en la cabeza y el abdomen. El hombre se fugó y en un comienzo la mamá dijo que un niño de 8 años era el responsable de las heridas de su hija, pero luego cambió la versión y manifestó que la pequeña se había caído de la cama.
  • En Medellín, el niño de 2 años Miguel Ángel Rivera murió después de ser golpeado por su mamá, Daniela Giraldo Sierra, y su padrastro, Mateos Sepúlveda Jaramillo, y abusado sexualmente. El director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, explicó que el abuso se habría cometido 24 horas antes del crimen, según los análisis de histopatología. “La causa de la muerte obedece a una asfixia por sofocación. La muerte es violenta tipo homicidio. Se hallaron signos de maltrato infantil agudo y además signos de violencia sexual sobre el menor”, aseguró Valdés. Un juez envió a la pareja a la cárcel y les imputó los delitos de homicidio agravado y violencia intrafamiliar agravada.
Daniela Galindo Sierra, Mateos Sepúlveda (mamá y padrastro del menor) y Miguel Ángel Rivera, niño asesinado
Daniela Galindo Sierra, Mateos Sepúlveda (mamá y padrastro del menor) y Miguel Ángel Rivera, niño asesinado / Facebook
  • En Armenia, una niña de 11 horas de nacida fue golpeada en la acbeza, al parecer, por su madre. La bebé fue hospitalizada en la Clínica Esimed, de esa ciudad, y presenta complicaciones respiratorias además de graves contusiones en diferentes partes del cuerpo. Lo golpiza se habría producido ante el desespero de la agresora por el llanto de la niña.