Se trata de un procedimiento acordado entre las partes para garantizar que los fusiles se mantengan en silencio, mientras en Cuba los delegados avanzan en la reorientación de los acuerdos con base en las 500 proposiciones que formularon los promotores del ‘no’.

Este protocolo, que cuenta con el apoyo de la organización multilateral e integra a combatientes de la guerrilla y efectivos de la Policía y el Ejército colombiano, se concentrará en las 26 zonas de preagrupamiento temporales definidos con anterioridad por el Gobierno, informó el País de Cali.

“La gran diferencia (con relación a las zonas veredales) va a ser que no habrá presencia permanente de las Naciones Unidas, sino que se van a realizar visitas y una suerte, como en otras Misiones de Paz, de separación de fuerzas”, señaló el general Javier Pérez Aquino, jefe de observadores internacionales de la Misión de Naciones Unidas en Colombia, al diario caleño.

Unos 300 hombres de las Farc fueron entrenados para verificar que los dispositivos de seguridad se establezcan en los términos acordados. La verificación se cumplirá en varias etapas hasta enero del año entrante, señaló el líder guerrillero.

El diario El Tiempo confirmó que las partes acordaron ampliar el perímetro de seguridad en las áreas de preagrupamiento que estaba en un kilómetro y ahora será de 3 kilómetros.

Además, quedan restringidos los vuelos militares por debajo de los 5.000 pies de altura, no se podrán ejecutar acciones ofensivas, facilitar la movilización de los guerrilleros y el restablecimiento de las relaciones familiares, recordó Caracol Radio.

Calarcá aclaró a los periodistas que la guerrilla entiende que “es el momento de reiterar el compromiso de las Farc con el cese bilateral y de hostilidades como piedra angular de la paz estable y duradera que necesitamos”, mientras se destraba el proceso luego de que los colombianos votaran en contra de los acuerdos firmados el 26 de octubre en Cartagena.

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