Así lo denuncia Daniel Coronell en su columna de Semana, donde afirma que este predio, que en el 2006 costaba 2.100 millones de pesos,  se necesita para la construcción de la malla vial del Valle del Cauca.

La acusación fue hecha por un miembro de la familia dueña de la propiedad que se atrevió a mandar un mensaje contando esta irregularidad al entonces fiscal general de la Nación, Mario Iguarán, indica la columna.

El denunciante era Jaime Grajales Patiño uno de los cuatro hijos de Jaime Grajales Santa y Cruz Elena Patiño, dueños del hotel Parador de Buga ubicado sobre el trazado de la doble calzada Cali – Buga.

“Jaime Grajales le escribió al fiscal Iguarán una extensa carta en la que le contaba que había sido testigo presencial del soborno a la Juez Segunda Civil del Circuito de Buga, Norella Acosta”, dice Coronell y agrega que la juez había recibido 30 millones de pesos de Jaime y de su hermano para inflar el avalúo.

En mayo de 2008 Jaime Grajales fue asesinado a tiros, meses antes él había entrado en una fuerte disputa con su medio hermano Carlos Andrés Grajales, señala la columna.

“Cuando llamé al doctor Iguarán a preguntarle por su papel en este asunto me dijo que no recordaba haber recibido la carta del asesinado Jaime Grajales siendo Fiscal pero que seguramente le había dado trámite”, afirma Coronell.

Por último concluye que la juez sigue libre, el homicidio de Jaime Grajales está impune y con seguridad los contribuyentes terminarán pagando la millonaria indemnización.

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