Los detenidos realizaban procedimientos irregulares y mediante la modalidad del “cambiazo” se apropiaban de sustancias estupefacientes que habían sido incautadas.

Luego, indica la Dijín de la Policía, cambiaban la droga que iba a ser destruida por medicamentos veterinarios y otras sustancias que comercializaban con total tranquilidad. En algunas ocasiones, la cocaína regresaba a manos de sus dueños para ser distribuida.

Cuando se sentían delatados, los investigadores del CTI de la Fiscalía inventaban excusas como que el vehículo donde transportaban la droga y que era objeto de vigilancia, había logrado evadirse.

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Se estima que los detenidos lograron apropiarse de unos 350 kilos de cocaína. Se investiga si hay más funcionarios implicados.

Los detenidos están acusados de los delitos de tráfico, fabricación, porte de sustancias estupefacientes, concierto para delinquir, peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público, indica un comunicado de la Policía.

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