El arrocero, identificado como Pablo Emilio Sánchez Vargas, es el segundo de los cuatro que fueron secuestrados por el Eln, la segunda guerrilla del país, según varios medios. 

El hombre se encontraba secuestrado desde mediados de agosto por el Eln en el departamento del Arauca, frontera con Venezuela

El Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció el pasado 30 de marzo en Caracas que establecerá una “fase pública” de negociaciones con el ELN, cuyo inicio ha condicionado a la solución de algunos “temas humanitarios”, entre ellos el fin de los secuestros. 

De la comisión humanitaria, que recibió al liberado, hicieron parte el obispo de la diócesis de Arauca, monseñor Jaime Muñoz Pedroza, así como delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), entre otros. 

Esa guerrilla también dejó en libertad al arrocero Ricardo Castellanos.

El director del Grupo Antisecuestro y Antiextorsión (Gaula) de la Policía, coronel Fernando Murillo, dijo hace dos semanas que los arroceros estaban en poder de la comisión denominada “Rafael Villamizar”, a cuyo cabecilla identificó como alias “Curitero”.

Murillo explicó que no se trató de un secuestro colectivo sino que las víctimas fueron retenidas una a una y que los agricultores estaban siendo citados por ese grupo ilegal a un lugar conocido como Guafita (Venezuela), para exigirles dinero por los alimentos que producen y por cada una de las máquinas con las que trabajan.

Con EFE

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