Por el contrario, se declaró que el hombre no es un peligro para la sociedad ya que no tiene antecedentes penales, y en este momento se encuentra libre en las calles pese al temor que sienten las víctimas porque el delincuente sabe dónde viven, informó Noticias Caracol.

Aunque las víctimas denunciaron y la cámara instalada en la camioneta grabó cuando el individuo, en compañía de otro hombre que huyó, intimida a las dos personas con un arma y hasta le pone esposas a una de ellas para retenerla, el procedimiento de la “fiscal 327” de la URI de La Granja (Bogotá) fue dejarlo libre y volverlo a citar más adelante para imputarle cargos.

Además, el noticiero explicó que el detenido estuvo dos días en la URI y no se volvió a saber nada de él:

“La fiscal que asumió el caso consideró que ahí no había secuestro, que no había lesiones personales y que se trataba era de un simple intento de robo. Ella no tuvo en cuenta el video (…)”.

En cuanto al arma que tenía el individuo resultó que era de balines, motivo por el que tampoco le podrían imputar el delito de porte ilegal de armas.

Así las cosas, las víctimas temen ahora por sus vidas ya que los dos delincuentes saben dónde viven, pues estuvieron en su casa porque supuestamente estaban asesorando a una mujer a la que ellos le vendieron un carro.

Precisamente el día del asalto (viernes 15 de septiembre) padre e hijo hicieron el traspaso del vehículo a la compradora, en las oficinas de la SIM (Servicios Integrales para Movilidad) en la Autopista Norte con calle 106, y luego dejaron a la mujer allí y se fueron con los dos individuos a supuestamente hacer la transacción del dinero a un banco de un centro comercial.

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Eso fue lo que contó al noticiero Alberto Quintero, de 63 años, que dijo que la intención de los delincuentes era robarles “el vehículo ya negociado, al que se le había hecho el traspaso, y de premio mayor robarse la camioneta y ocasionar el secuestro mientras cumplían su cometido”.

Pero el drama para la familia Quintero no termina ahí, pues el carro del negocio ya quedó a nombre de la mujer cuando ni siquiera lo ha pagado. Por eso, padre e hijo piden investigar la forma en que se hizo el trámite en el SIM, ya que el traspaso y la expedición de la tarjeta de propiedad se hizo en tiempo récord.

“No nos explicamos cómo dos trámites, el levantamiento de la prenda y el traspaso del carro, se demoraron dos horas y 20 minutos cuando normalmente se toman una semana”, agregó Wilson Quintero, la otra víctima del asalto, en diálogo con Semana.

La policía, por su parte, informó a ese medio que va a investigar la manera en que se hicieron estos trámites porque es sospechoso.

“En dos horas es imposible que se expida esos documentos”, concluyó el coronel Javier Aya, comandante de Policía en Engativá.

Wilson Quintero dijo en su perfil de Facebook que el agresor, supuestamente, es estudiante de la Universidad Militar, pero las autoridades no han confirmado esa versión.

Este es el momento del asalto:

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