Apenas el conductor se detiene, uno de los hombres, vestido de overol y mientras su compinche se queda escondido, llega a ofrecerle ayuda. Si el motorista se baja del carro, pierde, pues de inmediato el segundo criminal aparece para atracarlo.

El más reciente caso ocurrió en la calle 183 con carrera séptima, en Bogotá, pero el conductor fue lo suficientemente desconfiado para no bajarse, pero sí denunció el hecho ante Pulzo.com y envió fotos del sitio y de cómo quedó la llanta.

“Al parecer, desde la moto le tiran una cánula que le abre un boquete a la llanta que, así sea ‘sellomatic’ (que aguantan mejor las pinchadas), pierde el aire de inmediato”, advirtió el ciudadano.

En este punto fue que le pincharon la llanta al denunciante. / Archivo particular

Esta es una modalidad que lleva más de un año en la capital del país, a juzgar por otros casos similares que se han registrado en la Avenida NQS (carrera 30), a la altura de la Universidad Nacional, frente a los sitios que cambian forros de sillas de vehículos.

La recomendación es que si esto le llega a suceder, evite bajarse del carro, mantenga las ventanas arriba y pida ayuda por celular.

Este es el boquete que los pillos le hicieron a la llanta. / Archivo particular

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