Estos fueron desarrollados por la diseñadora colombiana Diana Sierra, con el propósito de permitir llevar una vida normal a las niñas de todo el mundo donde no hay acceso a toallas y tampones. Medio mundo.

Abad aprovecha la oportunidad para hacer un recuento de lo que, acertadamente, llama el tabú de la regla.

(…) Algunos machos, los que mandan en la tribu, en el templo, en la milicia, en las cortes, se han dedicado a dictar normas absurdas al respecto… Las religiones del desierto (que son las que dominan en el mundo creyente), nacidas en territorios duros y con poquísima agua, se han encargado de llamar impuras a las mujeres durante el periodo, e impuros a los hombres que las tocan, no digamos a los que se acuestan con ellas. Las normas judías y musulmanas sobre la regla les impiden rezar a las menstruantes, ir a la sinagoga o a la mezquita, salir a la calle, tocar lo sagrado, copular… Puede ser que en algún momento de la historia remota estas normas de reclusión tuvieran algún sentido”,

dice.

 

LO ÚLTIMO