El escritor publica columnas habitualmente en los medios digitales Las 2 Orillas y Kienyke, pero lo que más ofendió a los socios del prestigioso club social de Bogotá fue su libro, recientemente publicado por Planeta.

Según el autor, en entrevista con W Radio, algunos socios, miembros de la junta directiva, promueven su expulsión por el contenido de su libro, que describe orgías y habla sobre el consumo de drogas entre los jóvenes de estrato altos en Bogotá.

En su diálogo con W Radio, Mendoza señaló que el club lo acusa de inmoral y de obsceno por divulgar frases de su libro a través de las redes sociales, específicamente de la cuenta de Twitter @eldiabloesdios.

Yo jamás he mencionado al Club El Nogal en ninguno de mis escritos”.

Mendoza defiende su derecho a expresarse en las redes sociales con el mismo lenguaje que usa en el libro, y afirma que en esas alusiones son ficción por lo que considera que una posible sanción del club en su contra sería una extralimitación y una vulneración de sus derechos.

En la controversia intervino el excongresista Pablo Victoria, socio y miembro de la junta, quien señaló que las afirmaciones de Mendoza son injuriosas y afectan la moral pública.

En W Radio, Victoria aseguró que Mendoza sí se ha referido personalmente a él y señaló:

Yo no creo que ningún juez de la República crea que acá se está violando la libertad de expresión”.

La F.m. publica por su parte una carta que fija la la posición de miembros del club sobre las publicaciones de Mendoza.

Los socios del club tradicionalmente nos hemos distinguido por ser personas de muy buenas costumbres y con un alto sentido de la moral y en consecuencia estos videos pornográficos y grotescos atentan contra nuestros principios morales que este señor para desconocer totalmente y en tal virtud no permitimos que estos sigan circulando”,

señala la misiva.

También aseguran que el autor frecuentemente tiene gestos obscenos cuando se encuentra en la sede de la institución, lo que él calificó de falso.

En medio de la polémica en las redes sociales, el autor publicó un trino que probablemente fue el que desató la furia de Victoria.

Entre los trinos que se refieren a la controversia, con está uno de Daniel Samper Ospina que señala:

En medio de la discusión, el autor cuenta con el apoyo de la Fundación para la Libertad de Prensa, que considera que los reglamentos disciplinarios del club promueven la censura.

Según La Flip, si el reglamento contempla prohibiciones a los socios para expresarse públicamente sobre la institución, es contrario a la ley.

El reglamento prohíbe a los socios hacer

declaraciones o publicaciones en los medios de comunicación o redes sociales que causen daño al prestigio o la imagen del Club o de sus integrantes, o en general atentar, de cualquier manera, contra el buen nombre de la Corporación”.

Para la Flip,

impedir que los socios del club que ejercen periodismo puedan hablar de otros que cumplen ciertos roles públicos en la sociedad, en últimas es impedir que la sociedad se informe y se forme una opinión sobre ellos. Resulta más grave, cuando lo que se pretende informar tiene que ver con asuntos de su función pública”.

Mendoza no niega su contenido sexual de su obra. En su perfil en about.me se describe a sí mismo como

Melómano obsesivo desde que escucho Kiss a los 11 años. Expulsado de ocho colegios. Pornógrafo fanático de las producciones setenteras y ochenteras, amante y sobreviviente de la noche y sus matices. Algo de el nos dice su obra oscura y urbana, indigesta de drogas y sexo grupal”

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