En la grabación, el perro negro parece estar muy emocionado al escuchar a una banda tocar al lado de la iglesia San Francisco y el parque Santander.

Mientras el grupo interpreta una melodía con instrumentos de cuerda y percusión, el canino empieza a dar vueltas, aparentemente bailando al ritmo de la música.

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Luego el perro se para más cerca de los músicos como si fuera su fan, al punto de que el del acordeón se le hace al lado para tocarle.

Aunque se desconoce la fecha en que fue grabado el video, Rockotitlán lo compartió en Facebook hace una semana, con la descripción: “La música se lleva por dentro…”.

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