“Lo que planteamos es que se debe dar a las Farc por dos períodos nueve escaños directos en el Senado”, apunta el politólogo, quien considera que a partir de entonces podrán competir en igualdad de condiciones con los partidos políticos ya establecidos.

El paso de los guerrilleros al Senado debería ser directo y no por elección popular, porque ponerlos “a competir bajo las actuales reglas de la Democracia donde el ‘Ñoño‘ Elías maneja Fonade y los ‘Char’ han vuelto la política un negocio, es traerlos a una frustración política”, dice Ávila a Semana.

La Fundación sugiere que esas curules en el Senado deberían ocuparlas los comandantes del grupo guerrillero, pues ha sido con ellos la negociación del Gobierno.

El experto estima que la participación de las Farc en el Senado podría comenzar una vez termine la dejación de armas, y que no habría inconvenientes —en principio— por posibles condenas a los jefes guerrilleros “porque la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Comisión de la Verdad y los Tribunales van a tardar un tiempo”.

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