En realidad, ‘el duro’ del Cartel de Medellín era Gustavo Gaviria.

Así lo asegura Maritza Neila Wills, quien pasó la semana pasada de ser su ‘biógrafa autorizada’ a ‘biógrafa desautorizada’ en una entrevista en La W Radio.

Allí, ‘Popeye’ dijo que el libro, que supuestamente él escribió y que Wills editó, era una estafa.

Ese fue el último episodio de una relación tormentosa entre el personaje y su biógrafa, que llevó a esta última incluso a exiliarse.

Wills no solo tenía un interés editorial: pretendió que ‘Popeye’ se reconciliara con Dios a través de la escritura, pero fracasó.

“Hay terapias que por medio de la escritura permiten que la persona pueda expresar todo de sí y que se libere. Mi meta era que hiciera catarsis… Fracasé en la tarea de transformarlo”, dijo Wills a El Espectador.

Wills retrata en su entrevista con El Espectador a ‘Popeye’ como un mentiroso patológico con inclinación a la violencia.

“(…) Un día dice algo y al siguiente, otra cosa… yo no le he creído, sobre todo desde que empecé a verificar las historias”, dice Wills.

Mintió sobre quién mató a Wendy Chavarriaga, quien fue amante de Escobar y de él; mintió en el caso de Krishna Maharaj (condenado en E.U. por 2 asesinatos, que se dice en realidad fueron ordenados por el Cartel), sobre quien dio un testimonio, sin tener conocimiento de los movimientos del Cartel de Medellín en Estados Unidos. También mintió sobre cuándo fue la primera vez que visitó la tumba de Pablo Escobar.

Popeye incumplió los contratos con la editorial Harper Collins y, a pesar de ello, le pidió un millón de dólares.

Y el libro biográfico terminó convertido en un mensaje para que los jóvenes no vean en ‘Popeye’ un modelo a seguir.

Este es el audio de la entrevista con La W.

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