El movimiento más visible se llama Revoquemos a Peñalosa, que empezó a forjarse antes de que el mandatario distrital se posesionara. Su vocero, Leonardo Puentes impulsó en su momento la campaña ‘Petro no se va’, a pesar de esto dijo que no es petrista, publicó El Espectador.

Según Puentes, este movimiento es más ciudadano que partidista y dijo al periódico:

Aquí ha caído gente de todos lados: hay verdes, progresistas, algunos liberales, animalistas sin partido, militantes del Partido Comunista”.

Otro de los movimientos que buscan ‘tumbar’ al alcalde es Unidos Revocamos a Peñalosa, conformado por los sindicatos de la ETB, así como la Asociación Distrital de Educadores, el gremio más fuerte de los profesores de Bogotá, informa el diario capitalino.

Del mismo modo se anunció la inscripción del movimiento llamado Bogotá Mejor sin Peñalosa, del político César Augusto González García, que ha hecho parte del Partido Liberal y del Polo, confirmo ese medio.

Todas estas organizaciones rechazan propuestas como el cambio del metro subterráneo a elevado, la venta dela ETB y de un porcentaje de la Empresa de Energía de Bogotá.

Los líderes de estos movimientos tienen seis meses para recoger el 30 % de firmas, de acuerdo con  el número de votos que obtuvo Peñalosa cuando ganó en octubre de 2015 (906.058 sufragios), es decir se necesitan 271.818 firmas, explica el informe.

Después de la validación de la Registraduría la ciudadanía será convocada a unas elecciones en las que se deberá votar sí o no por la revocatoria del alcalde.

La Ley establece que en las urnas deberá depositarse, como mínimo, el 40 % de los votos válidos registrados el día que fue elegido Peñalosa. Eso es 1.092229 personas. El alcalde será revocado si votan a favor la mitad más uno: 546.116, señala El Espectador.

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