Al tiempo que crecen las dudas por la cantidad de venezolanos que trabajaban en la estructura que se desplomó este jueves en el barrio Blas de Lezo de Cartagena y su estatus (¿estaban legalmente o no?), se estableció que este viernes por la mañana el número de muertos llegaba a 10.

En una entrevista que le hizo W Radio a Cristian Krüger, director de Migración Colombia, la corresponsal de esa emisora en la capital de Bolívar le dijo al funcionario: “La mayoría de personas que laboraban ahí eran venezolanos. Algunos perdieron la vida; otros se encuentran hospitalizados en clínicas de la ciudad”.

La periodista agregó una inquietud: “¿Cómo garantizar que estas personas van a tener una atención primaria, pues no cuentan con salud? De acuerdo con lo indicado por las autoridades, ni siquiera tenían un contrato formal”.

Krüger dijo que hay dos aspectos por resaltar: el primero son las acciones que se iniciarán frente a la constructora (“sabemos que tenían licencia adulterada”). “Estaban trabajando estas personas seguramente sin el lleno de los requisitos legales e iniciaremos las acciones frente a la constructora”.

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Advirtió, además, que “la propia Constitución menciona que cuando hay una emergencia de salud, independientemente de la condición migratoria y si está afiliado o no, la obligación es atenderlos”.

De hecho, El Universal aporta un dato que va en línea de las presuntas irregularidades de las que son víctimas los venezolanos. “Según algunos familiares de los obreros, les pagaban menos dinero por un día de trabajo que a un colombiano. Entre los familiares de las víctimas, se habla de que a un colombiano le pagaban el día a $50.000 y a un venezolano a $30.000”, dice ese medio.

Ese mismo medio reportó que en el sitio de los hechos “han permanecido toda la noche los familiares de los obreros que trabajaban en la construcción; algunos han confirmado que había menores de edad y venezolanos trabajando en la obra”.

Jesús Fernández, un mototaxista que vive cerca de la edificación y que pasaba por el frente cuando se desplomó, le dijo a El Heraldo: “Lo que nosotros vimos es que este edificio se paró en tiempo record. En menos de seis meses ya tenían toda la estructura levantada. Nos llamó la atención que mucho obrero venezolano trabajaba en la obra”.

Ese medio dijo que las autoridades no tienen un registro exacto de cuántos venezolanos estaban en la obra, y se espera que hoy entreguen esa información.

La falta de información clara al respecto hace que las versiones sobre la presencia de venezolanos en el lugar vayan desde las que hablan de “la mayoría”, como la de W Radio, o la de El Colombiano que contabiliza tres venezolanos, con base en versiones de testigos.

“Eran tres venezolanos los que trabajaban en la obra”, le dijo al medio antioqueño Déiber Flores, un albañil que aseguró tener varios amigos trabajando en la construcción. Una vecina del sector “también comentó que en la obra había venezolanos trabajando de ‘manera ilegal’”, agrega ese medio.

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