En entrevista con El Tiempo,  Castro dijo que este no existe dentro de los acuerdos de paz, aunque evitó decir que las iglesias cristianas, que promovieron el No en el plebiscito se hayan equivocado en su lectura, limitándose a decir que hicieron una interpretación diferente. Pero encontró lógico que, a la luz de esa interpretación, hubieran rechazado todos los acuerdos de La Habana.

“Las expresiones usadas son otras y el contenido y el contexto del que se quiere hablar allí es el de la mujer que ha sido sacrificada por la guerra y a la que hay que poner atención como una víctima privilegiada. Eso no es ideología de género, eso es una perspectiva que busca favorecer a las mujeres víctimas del conflicto. La ideología de género no tiene nada que ver con eso”, dijo Castro.

Equivocadas o no, las iglesias cristianas, así como el exprocurador Alejandro Ordóñez, creen que promueve comportamientos sexuales inaceptables para ellos, y atenta contra el concepto tradicional de familia.

Para hacer claridad, el concepto ideología de género “recoge la teoría de que la identidad sexual y los roles de género no son una condición biológica, sino una construcción social”, dice la revista Semana.

Coincidiendo con la claridad hecha por monseñor Castro, el negociador del Gobierno en La Habana Humberto de la Calle, publicó una columna en El Tiempo en la que dice que es falso que los acuerdos contengan elementos de la ideología de género y que fue una maniobra encaminada a atacar los acuerdos como un todo.

“Lo que hicimos en La Habana fue adoptar un enfoque de género que tuviera en cuenta las diferencias en las consecuencias dañinas del conflicto, reconociendo que la mujer ha sufrido un impacto enorme, no solo como víctima directa de graves crímenes, la violencia sexual entre ellos, sino también en su condición de hija, madre, esposa y, en muchos casos, responsable solitaria de la preservación del hogar. Este punto de partida implica el compromiso de acentuar en la mujer el proceso de reparación, así como instaurar políticas y herramientas concretas que atenúen, y a la larga supriman, la discriminación ancestral que ha sufrido la mujer”, dijo De la Calle.

De la Calle agrega que no se tocan el matrimonio, las parejas del mismo sexo, y que la mención que hay a la comunidad LGBTI busca evitar la homofobia y la discrimimación de que ha sido víctima.

De la Calle invita a acabar con la especulación y remitirse a la página 10 de los acuerdos, que  transcribe en su columna de El Tiempo.

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