Cerca de 15.000 vecinos de 5 barrios del noroccidente de Bogotá se oponen a que desaparezca el espejo de agua del humedal por culpa de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre que la CAR pretende instalar en ese sector de la ciudad.

Dicen que está en riesgo el ecosistema del lugar en donde se cree que cohabitan algunas especies de aves como “garzas, coquitos, monjitas bogotanas, atrapamoscas y chorlitos migratorios”, afirmó un vecino del humedal a El Espectador.

La protesta se elevó hasta instancias del Banco Mundial (entidad que financia el proyecto) para exigir que la CAR replantee la instalación de la planta, respete la biodiversidad que está en riesgo e involucre a los habitantes de la Ciudadela Colsubsidio, Cortijo, Bolivia, Bochica y Quintas de Santa Bárbara, destaca el diario.

Pese a eso la CAR considera que ha hecho lo que la ley le exige, ha convocado a los residentes interesados (recogió 357 firmas para comprobarlo) y acopió estudios de impacto ambiental para justificar la instalación de la PTAR Salitre.

De hecho, la entidad está consciente de que el humedal desaparecerá, pero advirtió que de todas formas el espejo de agua era un problema hacia el futuro porque oculta un basurero con más de 30 años de antigüedad.

A cambio, la CAR propuso un humedal artificial de 12 hectáreas. Por otra parte, la discusión con la comunidad se trasladó al área legal por cuanto se habla de una presunta suplantación de personas.

Por supuesto la CAR ha desmentido estas versiones y advierte que lo que hay es una presión organizada por personas que tienen intereses políticos, sostuvo el director de la corporación Néstor Franco.

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