“Es raro, ¿no? Él está demorado en renunciar a la Vicepresidencia y formalizar su aspiración. Y mucho más demorado en hablar del proceso de paz”, dijo en entrevista con El Tiempo.

La solicitud de Serpa tiene sentido, pues al próximo presidente le corresponde materializar los acuerdos de paz de La Habana con las Farc y garantizar su continuidad.

Así que la incertidumbre sobre quién será el próximo mandatario y su actitud frente al proceso de paz explican en parte las estrategias que se han acordado en La Habana para blindar los acuerdos, que generaron polémica cuando fueron revelados esta semana.

Serpa tiene claro que, además de Vargas Lleras, al que llama ‘candidato funcionario’, habrá una “candidatura de la ‘resistencia civil’, la del uribismo, que abiertamente se opone a los acuerdos.

El senador dice que la oposición férrea del exmandatario no ha tenido un paralelo inmediato, ni siquiera con los enfrentamientos entre liberales y conservadores del siglo pasado.

“El doctor Uribe tiene muchas cualidades, pero pienso que una actitud tan recalcitrante contra la paz, por la enemistad que tiene con Santos, ya es como una enfermedad”, afirmó.

Serpa sabe que si las fuerzas del Partido Liberal llegan unidas a las elecciones, existe la posibilidad de una victoria en las urnas bajo la consigna de derrotar a la derecha para defender la paz.

El senador habló, incluso, de que en la lista de posibles precandidatos liberales están “Aníbal Gaviria, exgobernador de Antioquia; Luis Fernando Velasco, presidente del Senado; Juan Fernando Cristo, ministro del Interior; Simón Gaviria, director de Planeación Nacional, y Viviane Morales, senadora y exfiscal”.

Serpa le dijo a Yamid Amat que la misión es llevar al liberalismo al poder, alentada por una mejor presencia en las regiones y por el compromiso de jugársela toda “por la paz, la modernidad, los retos que vienen con el posconflicto y el cumplimiento de los acuerdos de La Habana”.

Para Serpa, Vargas Lleras despunta como candidato de Cambio Radical, pero sin que la paz sea, en apariencia, la base de su discurso.

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