Esta información fue revelada en Blu Radio por el contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, que inició una indagación preliminar luego de las denuncias del portal Kienyke sobre el monitoreo que el exdirector de ese canal público Hollman Morris hacía a sus críticos.

Las declaraciones de Granados permiten inferir que Morris habría ido mucho más allá de solo monitorear “actividad pública” de sus críticos, que hasta ahí reviste el carácter de irregularidad por haber usado recursos públicos para algo que no formaba parte de la misión del Canal, y que puede ser –según el Contralor- descrito como detrimento patrimonial.

Las dudas sobre hasta dónde habría llegado Morris nacen de la naturaleza de la firma Curacao y la plataforma Puma.

La plataforma Puma, cuya sigla significa Plataforma Única de Monitoreo y Análisis, que fue adquirida por la Policía Nacional por un valor de 100.000 millones de pesos, podía interceptar unas 20.000 líneas telefónicas, correos electrónicos, Facebook, Twitter, Line, Viber, Skype y comunicación a través de internet.

Aunque el contralor de Bogotá mencionó la firma Curacao, el software Puma es de propiedad de la firma israelí Verint System Inc., subsidiaria de Comverse Technology.

Granados aseguró en Blu Radio que una empresa de ‘vigilancia’ (Curacao) se convirtió en el mayor contratista del canal durante la gestión de Morris, con 12 contratos en los años 2012, 2013 y 2014, y que también fue contratista del Fondo de Seguridad de Bogotá.

La decisión de las contrataciones de Cana Capital no solo era competencia de Morris, sino de la junta directiva del Canal, encabezada por el entonces alcalde Gustavo Petro.

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