Según Juan Sebastián Marroquín, el nombre que tiene ahora el hijo de Escobar, su papá siempre les dijo que en su arma él tenía 15 tiros: 14 eran para sus enemigos y el último para él mismo. Para no fallar en su intento de matarse, él se dispararía en el oído derecho, donde el narco tenía un impacto el día de su muerte, publicó Los Informantes.

Marroquín afirmó que para él Carlos Castaño había disparado a su padre el día que murió, sin embargo no da más detalles en el programa.

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Él recordó como los peores bandidos de Colombia fueron sus ‘niñeras’, pues eran los únicos con quienes él podía jugar. Del colegio el único amigo que conservó era un niño huérfano de padre y madre, pues los demás compañeros tenían prohibido meterse con él, dijo en la entrevista.

Uno de los regalos más curiosos que recibió en su niñez, de parte de su papá, fueron las cartas que Manuelita Sáenz le envió a Simón Bolívar, documentos que en este momento están perdidos, debido a las muchas ocasiones que tuvieron que dejar la casa, señaló a María Elvira Arango.

Comentó que su papa siempre lo educó para que estuviera alejado de las drogas y siempre le decía:

Tus amigos te van decir que eres un cobarde si no la consumes, pero el verdadero valiente es el que no la prueba.

Juan Sebastián está casado con Andrea Ochoa, la mujer que lo ha acompañado desde los 14 años, cuando su cabeza, por ser hijo del capo, valía 4 millones de dólares.

La bendición de la pareja la dio Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, gracias a una intermediación que hizo Piero, el cantante, señaló a Los Informantes.

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