En su discurso de este sábado en la plaza de toros La Macarena, de Medellín, se acordó de cuando un joven le preguntó qué le podía decir a un compañero suyo que no es creyente y qué argumentos podía darle.

“A mí se me ocurrió contestarte: lo último que tenés que hacer es decirle algo. Empezá a hacer, empezá a comportarte de tal manera, que la inquietud que él tiene adentro lo haga curioso y te pregunte, y cuando te pregunte por tu testimonio, ahí podés empezar a decir algo”.

El artículo continúa abajo

Según Francisco, quien reconoce que hay una crisis del compromiso, existen jóvenes católicos practicantes; otros que “son católicos al agua de rosas”, es decir, a veces sí y a veces no, y otros no saben si creen o no creen, “pero esa inquietud les hace hacer algo por los demás”.

Esta última, para el santo padre, es la razón por la que se llenan los voluntariados de todo el mundo.

LO ÚLTIMO