Esta zona de rumba, ubicada en la Avenida Primero de Mayo con Boyacá, aparentemente servía para que algunos de estos puestos vendieran drogas a las personas que llegaban a las discotecas. Además, para guardar los objetos robados, según Juan Felipe Zapata, alcalde de la localidad de Kennedy:

Aquí teníamos problemas de microtráfico y los puestos servían para que se escondieran las cosas hurtadas por parte de los delincuentes”.

Todo esto quedó en evidencia luego de que funcionarios de la Alcaldía llegaran en la noche del martes al sitio para verificar el funcionamiento de las 28 carpas informales que habían sido autorizadas por el Distrito entre 2011 y 2014, según La FM.

Sin embargo, los inspectores quedaron sorprendidos al encontrar dentro de la grasa, para fritar la comida, la droga escondida y otros problemas de salubridad, señaló Noticias Caracol.

La comida descompuesta era vendida en las casetas, dijo la subdirectora de Espacio Público, Claudia Galvis:

Se encontró basura, roedores, drogas, municiones, armas blancas y comida en pésimo estado de salubridad que era vendida en el lugar”.

Al menos, 30 toneladas de basura rodeaban los puestos de comida, donde la mayoría de los rumberos llegaba a consumir cuando cerraban los establecimientos de venta de licor.

Las autoridades del Distrito, al encontrarse con los graves problemas de higiene, decidieron desinstalar las carpas.

Terminado el operativo, la Alcaldía de Bogotá les brindó ofertas económicas y laborales a los vendedores informales que ocupaban las carpas, refirió la emisora.

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