“Nadie sabía ni supo lo que estaba pasando, por lo que todos sabíamos que íbamos a aterrizar porque el tripulante ya lo había anunciado, y pues estábamos esperando eso”, dijo Tumirí en declaraciones a Blu Radio.

El técnico del avión de Lamia contó, así mismo, algo que llamó la atención pues desmintió la versión que se había dado en el sentido de que había salvado su vida por las medidas de seguridad que adoptó (posición fetal, por ejemplo).

“Nadie sabía que había un problema, nosotros estábamos preparados para aterrizar. No hubo tiempo para nada, ni me puse en medio de maletas ni hubo gente gritando levantándose de sus sillas como dijeron por ahí”, le dijo a la emisora.

Contó que iba en la parte de atrás de la aeronave (porque no es empleado de Lamia, sino técnico contratista), y eso impidió que pudiera tener conocimiento de lo que sucedía en cabina. Explicó, además, que el avión iba a parar en Cobija (Bolivia), “pero no pasó, y nunca me dijeron por qué. Me pregunto qué habrá pasado”.

Aclaró que su trabajo era abastecer la nave de combustible y revisar que todo estuviera en orden, pero “no calcular la cantidad ni la distancia. Eso era trabajo del despachador. Creo que el piloto debió comunicarse al menos conmigo sobre toda la situación. Yo me enteré de eso fue por Ximena (que también sobrevivió) que me dijo que había como poco combustible”.

También recordó que la noche del accidente despertó bocabajo. “Así como entre sueños, estaba lloviendo y oscuro. Vi a Ximena que estaba atrapada y ahí la cogí. Estábamos en medio de un bosque”.

Pero el accidente no acabó con sus sueños: “Quiero seguir con esta carrera. Quiero ser piloto. Ya me subí a un avión (para viajar a Bolivia) tras el accidente y al principio me dio miedo, pero ya después bien”.

LO ÚLTIMO