Sin mayores pretensiones, Petro presentó su tuit bajo el título ‘Mi primera nieta’. Allí se ve sentado en un sofá, sonriente (como es natural), sosteniendo con sus manos a la pequeña.

Pero la escena, que podría considerarse familiar, derivó, por la endémica actitud agresiva de muchos en las redes sociales, en un pretexto para los insultos y la arenga política.

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El problema es que no es solo Petro el blanco de los ataques. Varios improperios son dirigidos contra la niña e incluso se proyectan a lo que será su vida en el futuro. También hay, por supuesto, comentarios que felicitan y respaldan al exalcalde.

El hecho vuelve a provocar varias reflexiones sobre la oportunidad y pertinencia del uso de las redes sociales para difundir información personal (sobre todo de personalidades públicas) y la exposición de menores de edad en esos espacios.