De acuerdo con la denuncia, reproducida por El Tiempo, Jorge Alberto Contreras, director de La Picota, fue con algunos guardianes al sitio de la supuesta fiesta para “averiguar cómo habían entrado el licor”.

Los presos que estaban en el lugar, añade el diario, citando a un testigo, amenazaron con arma blanca a los custodios.

Según la denuncia, el director se marchó con los guardianes y no pidió apoyo.

Sin embargo, Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), citado por RCN Radio, informó que nunca hubo fiesta, ni reportes de ingreso de alcohol.

El Inpec, además, afirmó que hubo operativos de control el 31 de diciembre en todas las celdas.

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