Antes que nada explicó que fue a la Casa de Nariño, convencido por Horacio Serpa, para sugerirle a Santos que no se dejara presionar para hacer la terna de Fiscal General y ofrecerle su acompañamiento; no obstante, considera que sus sugerencias molestan y tampoco son atendidas, según se lee en El Espectador:

Mi presencia en la Casa de Nariño parece hoy incomoda, irrelevante y tal vez leída como una pretensión de cogobernar ajena a mi intención. Tengo la piel dura, pero me cansé de recibir palo… Que el presidente y su entorno estén seguros de que no está en mis planes arrebatarles ninguna gloria, ni competir con una autoridad que para mí es indiscutible”

Juan Manuel Santos salió pronto al paso a las declaraciones del expresidente. Por Twitter dijo que “su presencia en Casa de Nariño nunca es incómoda y siempre bienvenida”.

En sus cuestionamientos al Gobierno, donde también tuvo cabida Vargas Lleras, Gaviria recordó que hizo política con su abuelo, y por eso entiende de dónde vienen “esos ímpetus a veces incontenibles para conseguir sus objetivos” y añadió:

No le va a ser fácil al presidente Santos acabarlo de amansar porque corcovea y parece de vez en cuando más un potro cerrero que un estadista”.

También Gaviria denunció supuesto maltrato sistemático de la canciller María Ángela Holguín y que no comprende las razones, aunque piensa que son elitistas. “Tal vez para ella sea un simple provinciano, expresión con la que tantas veces se me descalificó en mi carrera política, pero de la que me siento orgulloso”, indicó el exmandatario.

De igual forma, según reseña Blu Radio, emisora que tiene el discurso completo, Gaviria pidió al expresidente Álvaro Uribe que la resistencia civil que ha promovido en los últimos días contra los acuerdos de paz en La Habana “sea dentro de la ley y no se preste a los equívocos que se originaron en su Gobierno cuando habló de estado de opinión como una amenaza contra las instituciones y las decisiones judiciales”.

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