Con la demanda, instaurada este miércoles, Gas Natural Fenosa reclama a Colombia más de 1.000 millones de dólares por la liquidación de la empresa que opera en el Caribe colombiano.

Aunque en un principio la firma pretendía que el arbitraje internacional por este contencioso quedara en manos del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), un organismo que depende del Banco Mundial, finalmente se ha decantado por este otro ente.

Su objetivo es que se le devuelva la compañía “en un marco regulatorio viable” y que se le compense por la decisión del Gobierno de Colombia de liquidar su filial Electricaribe, informó Gas Natural.

Una portavoz de la compañía indicó a AFP que a última hora de la noche del martes en Bogotá (madrugada en España) se hizo la notificación al Gobierno colombiano.

La semana pasada, la empresa con sede en Barcelona dijo que recurriría al CIADI, el órgano de arbitraje del Banco Mundial.

Finalmente ha optado por Uncitral, una opción “puramente técnica, que no cambia” el fondo de la demanda, según la portavoz.

El objetivo, explicó la empresa, es “que se le devuelva la compañía [Electricaribe] con un marco regulatorio viable”, o en su defecto, “se le compense por un importe que se cuantificará en el curso del procedimiento, pero que, en base a valoraciones preliminares, superará los 1.000 millones de dólares”.

No obstante, la empresa puntualizó que mantiene su voluntad de “continuar dialogando con Colombia para alcanzar un acuerdo que (…) le permita continuar operando Electricaribe”.

A través de su filial (participada en un 85%), la multinacional española tenía más de 2,5 millones de clientes en siete departamentos del norte de Colombia, aquejados de numerosos cortes.

En un primer momento, en noviembre, el gobierno colombiano intervino la empresa argumentando que su mala situación financiera podía llevar a un cese de pagos y una interrupción del suministro. El 14 de marzo dio otro paso adelante, ordenando la liquidación, ya que Electricaribe no estaba “en condiciones de prestar el servicio de energía con la calidad y continuidad que se requieren”.

Gas Natural replicó desde el principio que la mala situación de Electricaribe se debe a un “grave problema de fraude e impago”, como dijo este miércoles.

Y cargó contra las decisiones del gobierno colombiano, calificando su iniciativa de “toma de posesión que constituye una expropiación sin indemnización”.

El diferendo ha cobrado incluso tintes políticos, pese a la buena relación diplomática entre Bogotá y Madrid, donde el presidente colombiano Juan Manuel Santos estuvo de visita en diciembre para atraer inversiones.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, advirtió el viernes que la liquidación de la filial de Gas Natural Fenosa podría “afectar” a la credibilidad de Colombia.