La denuncia la hizo en Barranquilla el representante jurídico de la empresa Súper Giros, Johnny Mena, que estimó que el 10 % de los homicidios en esa ciudad y en el departamento podrían ser responsabilidad de “las organizaciones criminales que están detrás del chance ilegal”.

Mena precisó, en diálogo con Emisora Atlántico, que los autores de esos crímenes “disponen la muerte de los apostadores, amparados en la clandestinidad de las mismas apuestas informales”.

Además, que quienes están detrás de este negocio ilegal muchas veces “no tienen cómo pagar el premio”, y que por eso optan por desaparecer al ganador.

“Como eso es en la clandestinidad, usted no va a un sitio público a cobrar su chance, ellos llegan a una casa dejada y hay personas que no han vuelto a aparecer (…) todos los que operan ‘la Blanquita’, yo podría decir que presuntamente son culpables de esos homicidios”, advirtió Mena en la emisora.

‘La Blanquita’ es el nombre popular con el que se conoce al chance ilegal en esa región ya que los talonarios no tienen nombre ni logotipos que los identifique, y es un negocio que se extendió en pocos meses del centro de la ciudad a varias poblaciones de Atlántico.

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Aunque en un principio estas apuestas se movían solo en sectores vulnerables del departamento, con el paso de los días y la falta de control de las autoridades el fenómeno atrajo a jugadores de altos estratos. Por eso, el gerente de la Empresa Departamental de Juegos de Suerte y Azar (Edusuerte) reconoció que el chance ilegal acapara hoy un 90 % del mercado.

“Sin el chance ilegal nosotros estaríamos recibiendo 100.000 millones de pesos al año, y nosotros estamos recaudando este año 8.500 millones de pesos, por eso es que queremos darle la guerra frontal a la ilegalidad”, dijo César De la Hoz, representante de Edusuerte, a El Heraldo.

De la Hoz señala que lo más preocupante es que ‘la Blanquita’ está dejando sin dinero a la salud en Atlántico.

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