Lumos trabajará para encontrar nuevas formas en que niños, niñas y adolescentes vivan en el seno de una familia y no en instituciones.

La organización tiene más de una década de trabajo en 28 países, en los cuales ha logrado que la institucionalización de niños y niñas por situaciones de enfermedad, orfandad o problemas económicos de su familia, deje de ser la manera de proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes.

“J.K Rowling vio en la portada del Sunday Times, del Reino Unido, una foto de un niño con discapacidad que estaba en una jaula en la república checa y se puso a investigar sobre el tema. Encontró que un millón de niños en Europa, después de la caída del muro del Berlin, en 1989, vivía en instituciones. Desde entonces hemos trabajado para evitar que eso siga sucediendo”, señaló Georgette Mulheir, directora ejecutiva de la fundación, en un comunicado enviado a medios.

Lumos cuenta con esta información por la experiencia que tiene de trabajar con gobiernos y organizaciones de la sociedad civil en países como Moldavia, Bulgaria y Ucrania, entre otros. En Moldavia, el país más pobre de Europa, alcanzó la reducción del 80% de niños y niñas en instituciones y logró que el gobierno se comprometiera a sacar al resto de los niños y niñas de las instituciones en los próximos 5 años.

“Queremos trabajar en una alianza con el Gobierno colombiano y organizaciones de la sociedad civil para transformar el sistema. Sabemos que es difícil y toma tiempo, pero no es imposible. Nosotros tenemos la experiencia de trabajo en 28 países y esperamos que sea de utilidad. Queremos que Colombia sea un ejemplo para América Latina y a nivel global”, agregó la Directora Ejecutiva.

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Lumos tiene ese nombre por el hechizo en los libros de Harry Potter, que trae la luz a los lugares más oscuros. Según el comunicado, su misión es lograr que en 2050 no haya ningún niño y niña viviendo en instituciones.

El reto en cifras

Colombia tiene 29.000 niños, niñas y adolescentes que viven en hogares sustitutos o instituciones porque sus derechos fueron vulnerados en el seno de sus familias. De ellos, 10.000 no tienen definida su situación jurídica y son los que representan el mayor reto para el Estado.

La Secretaría Social del Distrito cuenta con una red de 36 comisarías de familia que se articulan con 7 centros de protección a donde llegan niños, niñas y adolescentes a los que les son vulnerados sus derechos, llevan operando por 60 años. En lo que va corrido del año estos centros han atendido 757 niños.