Aunque Uribe Noguera ya aceptó ante los fiscales su responsabilidad en el asesinato de Yuliana Samboní, la pequeña de 6 años que fue secuestrada, violada y estrangulada por el procesado el pasado 4 de diciembre en un apartamento del norte de Bogotá, la aceptación de los cargos tendrá que hacerla ante un juez de la República, explicó El Espectador.

Eso podría ocurrir este miércoles 11 de enero cuando se adelante la audiencia de acusación en la que se espera que Uribe Noguera acepte los cargos de feminicidio agravado, secuestro agravado y acceso carnal violento.

El ente acusador recaudó 57 pruebas documentales, 20 testimonios (incluido el del vigilante Fernando Merchán, que murió en condiciones que son materia de investigación) y 30 informes de criminalística en donde se explica la forma en la que Rafael Uribe Noguera acabó con la vida de la pequeña Yuliana Samboní, agrega el diario capitalino.

En la acusación, cuyo escrito tiene 37 páginas de extensión, la Fiscalía enseñará al juez que la muerte de la niña de 7 años “se produjo por asfixia combinada por sofocación y estrangulamiento asociada con signos de actividad sexual y tortura”, cita El Espectador.

La Fiscalía señala que Rafael Uribe Noguera “se aprovechó de las condiciones de ventaja que tenía a su favor, para doblegar a una niña indefensa que, de manera natural y espontánea jugaba en la calle, frente a su casa, sin un adulto que la protegiera, y siendo tan pequeña, el acusado utilizó su fuerza para someterla y poderla sustraer de aquel sitio, quedando la víctima a la tutela del agresor”, publica el diario.

También se conocerá un mapa en el que se detallan los movimientos previos al secuestro de la niña, ocurrido en el barrio Bosque Calderón Tejada, y los subsiguientes hechos en los que también son investigados sus hermanos, Francisco y Catalina Uribe Noguera, por un presunto favorecimiento en secuestro y un posible desvío de la investigación.

Para evitar alteraciones de orden público en el complejo judicial de Paloquemao, en el centro de Bogotá, las autoridades judiciales permitirán que Rafael Uribe Noguera participe a través de una videoconferencia desde su sitio de reclusión, en una celda de aislamiento en la cárcel La Picota.

Desde que el procesado fue capturado y llevado en condiciones de alta seguridad hasta el centro carcelario en el suroriente de la ciudad, ha estado sujeto a protocolos de control y vigilancia para evitar que sea víctima de ataques por parte de otros reclusos e incluso, que sea envenado.

 

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