La persecución de bienes al exgobernador de Santander Hugo Aguilar Naranjo está en proceso ya que ninguna de las propiedades aparece a su nombre.

Por eso, la Fiscalía les impondrá medidas cautelares con fines de extinción de dominio en los próximos días “si los dueños actuales no tienen cómo soportar su adquisición”, informó La Silla Vacía.

La orden tiene que ver con el incumplimiento de Aguilar a la hora de reparar a víctimas de paramilitares, pues el expolicía fue condenado por sus nexos con grupos armados y multado con 6.337 millones de pesos.

Y aunque el exgobernador ha dicho que no tiene cómo responder y que solo podrá pagar en cuotas de unos 500 mil pesos mensuales, La Silla Vacía advierte que el valor comercial de los bienes “bordearía los $14 mil millones de pesos, es decir el doble de lo que debe Aguilar a las víctimas”.

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Las propiedades, según ese medio, están distribuidas así: seis apartamentos, cinco oficinas, cuatro fincas y dos casas, ubicadas en Bucaramanga y San Gil (Santander), y otras en Bogotá.

“De las 17 propiedades, siete están a nombre de su esposa, cinco a nombre de sus hijos, dos a nombre de una empresa que contrata con el Estado, uno a nombre de su concuñado y dos a nombre de sus exesposas”.

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Pero los líos de Aguilar con la justicia no paran allí, pues según Blu Radio la Procuraduría le volvió a solicitar a la Corte Suprema que le revoque el beneficio de libertad porque le sigue incumpliendo a las víctimas.

“El señor Hugo Aguilar cancela mensualmente una suma cercana al millón de pesos. Él está condenado a una cifra, que si la tuviéramos podríamos reparar a muchas víctimas”, dijo a ese medio la directora de la Unidad de Víctimas, Yolanda Pinto Afanador.

La emisora no pudo contactar a Aguilar para que diera su versión, pero sí conoció que anda “recorriendo barrios de Bucaramanga y otros municipios acompañado de su hijo Richard, quien aspira al Senado, en evidente actividad política”.

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