La Oficina de Control Interno Disciplinario de la Universidad del Atlántico confirmó que los estudiantes estaban en un salón del bloque de arquitectura.

Esa situación se presentó este martes después de los disturbios y enfrentamientos entre el Esmad y un grupo de estudiantes que conmemoraban once años de la muerte de cuatro compañeros, en el coliseo de la universidad luego de la explosión de un artefacto.

La denuncia se conoció por otros estudiantes que escucharon el alto volumen de la música y advirtieron a los docentes. Inmediatamente la universidad realizó una inspección y verificó quiénes eran las personas que estaban protagonizando el hecho para tomar medidas porque “es vox populi ese tipo de actos en ese bloque”, dice el comunicado.

“Al llegar al lugar se constató que no habían funcionarios de la Universidad, ni docentes, solo y al parecer, estudiantes de la Universidad en un alto nivel de alcoholización y al parecer bajo los efectos de alucinógenos, un número aproximado de 30 personas”, indica el informe de la oficina de control.

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La universidad además advirtió que “una de esas personas grabó al contratista Jhonny Landinez y lo calumnió en redes sociales, diciendo que la acosaba cuando en realidad […] verificaba lo que sucedía, y además, porque al parecer era la más activa en el grupo”.

El comunicado de esa oficina aclaró que no puede investigar ni sancionar a los estudiantes pero hizo un llamado a las áreas de la institución que sí pueden hacerlo.

Precisamente, en el evento por la memoria de esos estudiantes, el mismo rector Carlos Prasca había confirmado que al interior del campus hay redes de microtráfico, y que los 24.500 estudiantes son “un nicho bastante grande para sus negocios al interior de la institución” para comercializar la droga.

También reveló que hay muchos estudiantes que se encuentran en tratamiento con la vicerrectoría de bienestar, y denunció que “lo más grave es que en la época de Rafael Castillo, [antiguo rector] se permitieron zonas de tolerancia en donde se permitía el consumo”, y pero que no lo iba a admitir bajo su administración.

Prasca calificó el hecho como “bochornoso” y confirmó que los jóvenes que participaron en la fiesta “son los mismos que están identificados como adictos”, señaló en Blu Radio.